martes, 5 de agosto de 2014

Reconociendo pérdidas crediticias a tiempo

El arte de provisionar, es reconocer rápidamente no solo su deterioro tal cual, sino el que tiene alta probabilidad de producirse en un corto o mediano plazo. A nivel micro es sumamente importante, ahora imagínese cuán importante es a nivel macro.
Imaginemos lo que sucede en crisis sistémica, desde el punto de vista de los sistemas bancarios en un determinado país.

Una organización puede pasar una situación de crisis, eso hace que se registre provisiones crediticias considerables, cuyo impacto a futuro no sea muy grave y pueda soportar al menos ese año, quizás obteniendo menos utilidades que los años anteriores. Y que además debe velar por el crecimiento económico y su estabilización, por esa razón no le conviene mantener esa pequeña crisis, sin embargo no toma una medida preventiva y decide que se mejore solo durante el pasar del tiempo.



Llega el siguiente año, y ven que la situación empeora cayendo tal vez en pérdidas, como medida desesperada desaprueba créditos y los recorta en clientes que no lo ameritan. Subestimando el riesgo puede que sea el peor año. Ahora imagen que esto lo adopten toda una cadena organizacional de forma simultánea.

En un inicio se observa la incredulidad de la realidad, y reacciones desmedidas después en lo que respecta al recorte de créditos a los clientes, sin que necesariamente las pérdidas ya previsibles estén suficientemente reconocidas, lo que garantiza una prolongación de la parálisis crediticia.

Tradicionalmente, los reguladores financieros imponían que se hicieran provisiones sobre aquellos créditos donde se tenía dudas de que se iba a recuperar todo lo adeudado. Se usaba el término de “créditos dudosos”, que todavía se mantiene. Muchas veces los bancos tardan  en hacer las provisiones, esperando a que hubiera atrasos de pago bastante largos para ello. El resultado era que en caso de deterioro considerable de la cartera.

En efecto las medidas a tomar es sin duda, reconocer rápidamente el deterioro de los activos crediticios mediante provisiones que sean realistas, es no sólo una buena medida de gestión a nivel de cada entidad financiera sino de todo el sistema financiero; es algo que las autoridades financieras, reguladoras y supervisoras deben impulsar de manera decidida, para que las economías tengan mayores chances de recuperarse rápidamente.


Más vale anticiparse a los riesgos con reglas simples estando algo sobre-provisionados, que caer en la insuficiencia de provisiones, pues se evita malas sorpresas.