LA ÉTICA, MÁS ALLÁ DE BUENAS PRÁCTICAS Y MARCOS DE REFERENCIA
Dados los casos de corrupción más recientes y mediáticos como Odebrecht a nivel Latinoamérica o el caso del Consejo Nacional de la Magistratura en nuestro país, se ha abierto el debate para el fortalecimiento de esquemas de control como COSO, COSO ERM e ISO 31000. Sin embargo, más
allá de las buenas prácticas o los marcos de referencia empresariales debemos regresar la vista a la formación integral del ser humano, a la familia.
La pérdida de valores acarrea en un problema social que a largo plazo podría ser la destrucción de la sociedad, sin embargo, aún estamos a tiempo de tomar las medidas correctivas y enderezar la realidad y nuestro futuro por medio de campañas de valores que motiven a los jóvenes a ver este tema de la ética como el más fundamental en su preparación personal, académica y profesional. Por lo que, se debe desarrollar - a nivel personal y organizacional - la capacidad de establecer prioridades para imponer jerarquía entre lo que nos apetece hacer y lo que realmente se debe hacer.
Muchas organizaciones al no contar con planes de carrera claros ni controles en sus procesos, contribuyen con el fraude y la corrupción haciendo que solo los que están con los mandos altos ocupen posiciones gerenciales. La mayor parte de los fraudes y delitos de corrupción empiezan siendo menores y van creciendo en la medida en que no se detectan
Además, se debe implementar la evaluación continua a los colaboradores a través de indicadores de desempeño en el que se incluyan indicadores de corrupción.