martes, 20 de octubre de 2015

Desafíos que dejaron la reunión anual del FMI y el BM

Del 05 al 12 de octubre del presente año, Perú fue sede de la reunión anual del Fondo Monetario Internacional (FMI) y el Grupo del Banco Mundial (BM) que congregó a los ministros de economía y gobernadores de los bancos centrales de casi doscientos países.

En el cual se puso fin a discrepancia pública entre el ministro de Economía Alonso Segura y el FMI, reduciendo su estimado de crecimiento para la economía peruana a sólo 2.4% en el 2015 y 3.3% en el 2016, que se distanció así de las proyecciones del MEF y del BCR, de 3.2% y 3%, respectivamente.
Los organismos internacionales reconocieron que en nuestro país la desaceleración es severa y la recuperación tomará tiempo, estableciendo un mayor desafío, según los expositores de la reunión anual.



Dos principales problemas reconocidos fueron: Los menores ingresos fiscales por los menores precios de los commodities que reducen el espacio para la política fiscal expansiva y la depreciación de las monedas.

No sólo impacta negativamente en los términos de intercambio y en las exportaciones, sino que implica también menores transferencias al Estado, lo que afecta el crecimiento. “El impacto más dañino se da en el crecimiento de largo plazo”, señaló Mitsuhiro Furusawa, deputy manager director del FMI. “Luego de períodos de boom, el crecimiento de los años siguientes en los países exportadores de commodities es bajo o incluso negativo”, agregó.

A esto se suma la baja de los ingresos por impuesto a la renta, luego de su reducción a las personas naturales y empresas como parte de uno de los paquetes de reactivación. Entre enero y agosto cayeron 11.4% respecto al año anterior, y si en el 2014 representaron el 7% del PBI, hoy sólo representan el 5.8%. La mayor baja se registró en el segmento de personas jurídicas, que cayó 15.6%, y hoy representa sólo el 2.7% del PBI, luego de que en el 2004 representara el 4.4%.

Para Cristina Lagarde, directora del FMI, los banqueros centrales demostraron habilidad para crear e innovar en un contexto de abundante liquidez en el mundo y tasas de interés reales negativas. El actual presidente del BCR, Julio Velarde considerado como el mejor banquero central 2015, enfrenta la depreciación de las monedas y su temor a devaluarlas.

El miedo a devaluar ha llevado al BCR a reducir sus reservas, medida como posición de cambio. Desde abril del 2013, ha utilizado el 47% de éstas para frenar el alza del tipo de cambio. Entre enero y septiembre de este año, el BCR ha intervenido a un ritmo promedio de US$1,000 millones mensuales. A ese ritmo, el total de reservas que le queda le alcanzaría sólo para 25 meses más. Sin embargo, el BCR moderaría su ritmo de intervención, ya que en teoría sólo interviene para suavizar los movimientos bruscos del tipo de cambio, no para cambiar su tendencia.

El miedo a devaluar, el BCR subió su tasa de referencia en un contexto de desaceleración económica con el objetivo de evitar una salida abrupta de capitales y que el tipo de cambio continúe su tendencia creciente, y afecte la inflación y las expectativas de inflación.

Dentro del marco de esta reunión se realizaron otras paralelas, como la reunión de Ministros de Finanzas de la Alianza del Pacífico, con importantes acuerdos, entre los que destacan la preparación de mecanismos financieros que permitan una transferencia conjunta de riesgos derivados de los desastres naturales, como los que podría ocasionar el fenómeno del Niño; la formación de un vehículo financiero que permita financiar la inversión en infraestructura; la promoción de mecanismos de inclusión financiera, incluyendo el reconocimiento mutuo de emisores en mercados de capital, financiamiento de PYMEs y promoción del uso de mecanismos de pago electrónico, entre otros.


Finalmente el reto es resolver tres problemas básicos: alta informalidad, la baja productividad de la economía en conjunto y alta desigualdad que persiste a pesar de los avances de los últimos años.